martes, 26 de junio de 2018

La entrevista

Me preguntaron por qué había decidido grabar una entrevista en un plano fijo. Es más, añadieron: “con los conocimientos que tienes por haber trabajado en cine”. Mi respuesta tuvo dos partes, primero una de connotación técnica: ruedo una entrevista con un plano fijo porque quiero darle toda la importancia a la persona entrevistada, no quiero ninguna distracción impuesta sobre ella ni sobre mi mismo como interlocutor, prefiero escuchar a quien tengo delante que estar pendiente de la cámara -del foco, del iris, del encuadre…incluso del trípode en caso de tener la cámara sobre él-. Ni siquiera me gusta el uso del zoom por este motivo -tratándose de una entrevista-, aunque reconozco que a veces éste dota la entrevista de otra dimensión, posiblemente necesaria, como sucede en Amor (Lluis Escartín, 2001), donde un joven israelí narra su experiencia como soldado del estado sionista de Israel. La segunda parte de mi respuesta, a su vez, estaba compuesta por un sentido más teórico y político: la persona que me hizo la pregunta echaba en falta ciertos recursos que el cine industrial ha ido introduciendo desde el plano contra plano, ese dinamismo, ese ritmo de imágenes que va introduciendo al espectador en una recreación, una escenografía del mensaje. Seguramente, en su cabeza tendría esos programas televisivos de supuestos reportajes periodísticos, en los que no falta una entrevista con su plano de manos del entrevistado mientras habla, el vaso de agua en la mesa, incluso su rostro reflejado sobre él, el plano contra plano del entrevistado contra la estrella periodística, una ventana, y el paisaje de fuera.

El cine industrial y la televisión, marcan nuestra experiencia con su lenguaje. Si te muestran dos personas sentadas en una mesa, hablando una frente a la otra, la escucha se hace insoportable. Es un ejercicio de sinceridad para el que nos han desconectado, a base de imágenes y sonidos. Ya saben, eso que llaman lenguaje cinematográfico. En ese cine espectáculo, cualquier personaje es un político, un político que necesita un maquillador, un par de luces, un sonidista, un cámara, una persona de producción, un entrevistador profesional para transmitir su mensaje. Pero esto solo será su mensaje, nunca una verdad, al menos, ni el intento de una verdad. Por eso, aunque posea todos estos conocimientos técnicos adquiridos en una experiencia laboral, decido no hacer uso de ellos -reconociendo que a veces, incluso si quisiera, no podría hacerlo por cuestiones materiales-, porque romper con este método impuesto es una necesidad y una obligación para todo cineasta que trabaje y se muestre con sinceridad. Estar fuera de los límites de este lenguaje industrial es una acción política, ya que este mismo, es una herramienta política al servicio -ya pueden imaginárselo- de una hegemonía ideológica que te dice que para entrevistar a un dirigente socialista hay que iluminarlo en claroscuro y si entrevistas a un presidente capitalista no escasees en luces, buscando una uniformidad oficial que solo hace reproducir esa supuesta amabilidad del sistema en el que vivimos. Por lo que les pido, hagan un ejercicio de respiración, intenten desconectar del ruido ambiente y enfréntense a aquello que se nos muestra tan claro que no podemos asimilar, que nos crea resistencia. Si hay resistencia y no rechazo, aún hay tiempo.  Más allá hay mucho más cine. Y vean Amor.



lunes, 18 de junio de 2018

Una historia familiar desbandada.

Entrevista informal para un documental. 2017. Transcripción:

Mi padre se llamaba Francisco Jiménez Recio. Nació en Sevilla, se crio en la calle Sierpes. Después se fue a Vélez-Málaga, porque su padre era de allí. Después volvió a Sevilla. Trabajó en el río sacando arena. Se casó en Sevilla. Tuvo tres hijos. Mi abuelo era de Vélez Málaga, era un mayetón de estos pequeñitos que había, con su finquita en la sierra como había antiguamente, pero mi padre se fue a la mili y mi abuela le decía “coge las escrituras, coge las escrituras” y él: “hay lugar, hay lugar, cuando venga de la mili, cuando venga de la mili”. Cuando vino de la mili se casó, en esa entremedias se cayó mi tía por las escaleras y se mató por el granero que tenían abajo.  Llegó la cura y se quedó la cura con la finca que tenían porque ya faltó mi abuelo y mi abuela. Mi abuela le decía: “cásate Paco, cásate que yo no puedo con los niños que son tres”, porque murió su señora y se quedó viudo. Y…estalló la guerra, hay lugar… lugar que se fue a la guerra. A aquel lado. Primero se fue para Palma, en Palma lo pusieron en el paredón, lo querían matar, pero él cuando había una fila muy grande muy grande, y cuando él llegaba…había ya…el pobre mientras que no llegaba a él, pero cuando llegaba a él, uno para atrás, uno menos, iba llegando a él, otro para atrás, iba llegando a él, otro para atrás, hasta que llegaron a él. Cuando llegaron a él que sabía que lo iban a matar pegó una carrera… en Palma del Río se metió en un terraplén, le pegaron un tiro porque salieron detrás de él, en el brazo, cayó boca abajo y él se hizo el muerto, entonces dijeron “está muerto”, pero no; entonces de ahí se fue a aquel lado. Cuando él se fue a aquel lado él estaba casado como te he dicho, porque tenía a tus tres tíos. Tuvieron cinco años de luto. Hasta lo cinco años por ahí no pudo venir, cinco años de luto. Y en esa entremedia los dejó con otra novia que se había echado. Y cuando volvió él recogió a sus niñas y entonces se casó con la abuela. Con tu abuela. Y entonces ahí ya tuvo seis y cuatro de él diez, y cuatro abortos catorce que podíamos ser. Y ya él se quedó aquí en Andalucía.
Él ha sido feriante, él ha sido chatarrero, él ha sido latonero, él ha sido…buscarse la vida lo que ha venido bien, menos robar y quedarse nada de nadie.

- ¿Y tú sabes por qué quisieron fusilarlo?  ¿Quién quiso fusilarlo? -.


Porque era comunista, claro, porque era comunista, ¿no te lo dicho? Porque era rojo, comunista, porque era comunista y ya está, por eso se fue a aquel lado.

lunes, 11 de junio de 2018

Secuenciando secuencias. Un desglose híbrido.


Secuencias de la experiencia, estadios de lo visible. Aproximaciones al videoarte español
Brumaria y  Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha, 2017.
ISBN 978-84-945382-8-5
Páginas 432.



Secuencias de la experiencia, estadios de lo visible. Aproximaciones al videoarte español es una publicación que nace desde el archivo ARES -Archivo y estudio crítico de las prácticas artísticas audiovisuales (vídeo expandido) en el arte español. Identidad y nuevos medios- partiendo de la producción video artística desarrollada en el estado español desde los años 70 del pasado siglo hasta nuestro presente, donde han dado voz a quince autores  (incluyendo los editores de este libro e investigadores del proyecto ARES) entre los que se encuentran las figuras más representativas de la historia del video arte nacional en distintos campos como el de la investigación, el comisariado o la propia actividad artística, la cuál muchos de ellos compaginan entre sí, dotando a esta publicación de un mapa híbrido que recorre todo el trabajo tanto en contenido como en experiencia. Además, la publicación se compone de dos anexos, uno de ellos el propio dossier de artistas del archivo ARES 2015-2016 que en estos momentos cuenta con 107 creadores y el otro con unas breves biografías de los autores de los textos.


SECUENCIA
CONTENIDO
AUTOR
Sec. 01
El viaje del videoarte
Ana Martínez Collado
Sec. 02
El tiempo como maestro videográfico
Menene Gras Balaguer
Sec. 03
El sujeto biopolítico y biotecnológico
Josu Rekalde
Sec. 04
Lo híbrido y lo comunitario: el archivo
Pedro Ortuño
Sec. 05
El ciborg en el laboratorio
Gabriel Villota Toyos
Sec. 06
Cartografía y entrevistas
Susana  Blas
Sec. 07
El hogar (el videoartista doméstico)
Carlos Trigueros Mori
Sec. 08
La casa y los objetos
Rosalía Torrent
Sec. 09
La mujer en la videocreación española
Rocío de la Villa
Sec. 10
Lo queer y lo postdecolonial
Virginia Villaplana Ruiz
Sec. 11
Cronología de la masculinidad y las prácticas queer
Héctor Sanz Castaño
Sec. 12
 Miradas feministas
Elvira Burgos
Sec. 13
Ritos y derechos de pasos en la “Dimensión Exterior”
Juan Guardiola
Sec. 14
La construcción del yo (el sujeto en la era tecnológica)
Salomé Cuesta, Bárbaro Miyares.
Sec. 15
Futuro tropical, objetos, hogar, ser feliz…
José Luis Panea

*Este cuadro, híbrido entre la escaleta  televisiva y el índice tradicional literario , se presenta  para facilitar el reconocimiento de los distintos autores y sus textos.  Los títulos de contenido no corresponden a los  títulos de los diversos trabajos que aparecen en el libro, sólo describen la acción/contenido que en ellos se desarrolla.



En esta extensa memoria el tiempo (sec.02) se manifiesta como testigo y conducto de la propia historia del video arte en el estado español. Trazando una línea histórica universal los autores centran su mirada en los situacionistas (sec.04)  -aunque se manifiesten precedentes futuristas (sec.03)-  así como en diferentes grupos y colectivos norteamericanos e ingleses y el desarrollo político y artístico de estos después de la revolución digital como influencia y comparativa directa de las manifestaciones video artísticas que surgen en España coincidiendo con el tiempo histórico de la transición española (sec.01), donde la experiencia personal se enfrenta a la experiencia externa, a la revisión de lo vivido como nación: a dónde vamos.

Un viaje lleno de texturas, territorio y hogar - una voluntad de hogar, de pertenecer, de superar al individuo y encontrar lo/el colectivo (apoyo mutuo) -, en el que se reclama y se hace necesaria la revisión constante de identidades, donde la artista española  feminista (Eugènia Balcells, Eulàlia Valldosera, Isabel Herguera, María Ruido, Virginia Villaplana…)  se revela como el motor revolucionario de la práctica que nos ocupa (sec.01, sec.09, sec.12), donde si lo personal es político, desde la revolución individual y la puesta en común/comunidad, el arma-vídeo se constituye como instrumento de crítica y cambio, de posicionamiento en el debate social y público de todo aquello que nos afecta: lo político. En este espacio público convertido en “ciber-ágora” (sec.03) donde el sujeto se convierte a través del uso de su propio cuerpo en un ente biopolítico y biotecnológico; y más allá: articulando tecnología, lenguaje y cuerpo como manifiesta la lógica cíborg (sec.05), la deconstrucción de las identidades establecidas es una constante hasta nuestros días en los que la teoría queer y la mirada post-decolonial (sec.10, sec.11, sec.12. sec.13) se asientan y establecen que la búsqueda de lo revolucionario en lo personal es la misma búsqueda de la revolución colectiva. De ahí que para algunos artistas, esta búsqueda se centre, o nazca,  en el hogar (sec.07) , donde el artista cíborg se manifiesta como un cíborg doméstico rodeado de objetos (sec.08) y su relación con estos. Uno de los principales motivos señalados para este nacimiento del video doméstico es la precariedad del artista, otro elemento puesto de manifiesto en diferentes secuencias como presente y futuro del video dentro de la institución Arte (sec.06, sec.07), conflicto expuesto en lo que Jeremy Rifkin llama (sec.14) la revolución de la nueva economía –que se está vislumbrando como una falsa economía colaborativa (orquestada por ese capitalismo amable conocido ya) controlada por las grandes corporaciones que nos llevan hacia una Edad Media tecnológica como sustituta del capitalismo moribundo que vivimos estos días, (si el cambio climático lo permite) -, que se adhiere a nuestra identidad componiéndola y modificándola desde un punto de vista crítico.  Pero es precisamente en la instauración de esta crítica donde el futuro puede ser dinamitado (sec. 15) creando un territorio colectivo habitado de diferencias (sec.12), las mismas que como expresó Audre Lorde “…debemos pensar, reconocer, visibilizar. Las diferencias no nos separan; es lo que nos permite establecer vínculos afirmativos y creativos, que no escondan ejercicios de poder y de dominación” donde encontrarnos y sobrevivir.

Diferencias que no son más que fragmentos de secuencias que conforman las numerosas identidades (género, sexo, nación, raza y narrativas de la experiencia cotidiana) y prácticas (videoperformance, videodanza, found footage, etc.) que han desarrollado durante estos años artistas como Eugènia Balcells, Eugeni Bonet, Yolanda Domínguez, Rogelio López Cuenca, Dora García, Lluis Escartín, Nuria Canal, Carlos TMori, etc., etc.,  y que engloban la historia del video expandido en España, donde seguiremos componiendo en (y) el tiempo, trazando nuestro propio mapa;  ya que si nuestra arma es el vídeo, el arte es lucha. Sigamos aproximándonos.




Reseña aparecida en el Vol. 16 Memoria queer/cuir: usos materiales del pasado, narrativas postglobales e imaginarios del sur global de la revista Arte y políticas de identidad, de la universidad de Murcia. 2017. Ver aquí.