-¡MMMMMMMM…!
-¿Qué ocurre G?
-Nada, estaba pensando en ti.
-¿En mi?
-Sí, no sé.
-¿En qué?
-En si te habías olvidado de mi.
-Eso nunca G.
-Qué tal has comido J?
-Como Dios.
-¿Qué tal has comido J?
-Como un señor.
-¿Qué tal has comido J?
-Los macarrones son una mierda.
-Tengo que decirte una cosa y siento si os ofende a ti o a los que estáis aquí.
-No te preocupes R, dime.
-Hay que instaurar correctamente el protocolo en el campamento.
-¿En qué campamento?
-No lo sé.
-¿Pa misiar?
-Por aquí L, te acompaño.
-Gracias gallu.
-¿Por qué tienes la mano en la cabeza G? ¿Te Duele?
-Sí, de darle vueltas.
-¿Y a qué cosas le das tantas vueltas?
-A cómo me voy a morir.
-¿Qué tal estás hoy G?
-Mal. Agonizando. La vida es agonizar.
-Oyeeeee chaval.
-¿Qué ocurre J?
-Estoy hasta los cojones de estar aquí.
-¿Tenemos los informes?
-¿Qué informes R?
-Los del sitio este.
-Sí claro.
-¿Y está todo en orden?
-Por supuesto R.
-¿Has bajado a la cocina hoy?
-Sí claro F, la acabo de limpiar.
-Ah muy bien. Pues en el mueble de arriba hay magdalenas. Cómete una.
-Gracias F.
-Esos tiempos mejor que no vuelvan. Esos tiempos mejor que no vuelvan.
-¿Qué tiempos R?
-No, no, no. Esos tiempos mejor que no vuelvan.